El aprendizaje cooperativo es una herramienta muy valiosa hoy en día,
puesto que permite a los alumnos trabajar en aspectos de su personalidad que,
en un intercambio de información profesor > alumno, no se conseguiría.
Algunos de estos son el trabajo en equipo, la interdependencia y
la responsabilidad propia y para con los demás.
Gráfico de aprendizaje clásico profesor > alumno |
Gráfico representando el aprendiza |
Pongamos por ejemplo que un profesor decide no dar parte del temario sino
que sean los propios alumnos los que den los temas a sus compañeros, y en base
a ese trabajo tengan una cierta nota. Puesto que se harían grupos, los alumnos
se verían obligados a trabajar en equipo, lo cual ya es una cualidad
valiosa en el siglo en el que vivimos, por lo visto en el Tema 1 de este curso.
El primer paso sería repartir el trabajo entre los compañeros, momento en
el cual empezarán a aprender valores como la importancia del reparto
equitativo de las tareas para evitar discusiones. Si alguien decide hacer
una parte corta, tendrá que realizar más de una para compensar, o tal vez
dedicarse también a trabajar un tema más complicado.
Una vez tengan cada uno su parte, trabajarán en ella y, obviamente, se
presupone que cada miembro hará el mejor trabajo posible por el bien del
equipo, que básicamente acabará siendo el suyo propio. Para ello, se necesita
una responsabilidad tanto de la persona hacia sí misma (terminar
el trabajo requerido a tiempo) como para el resto del grupo (estar a la
altura del trabajo del resto, cumplir plazos y ayudar a los demás o pedir ayuda
de ser necesario).
Finalmente, puesto que el trabajo va a ser presentado a los compañeros de
clase y será materia de examen, se crea una interdependencia de compañeros,
puesto que si un trabajo es flojo, los demás no entenderán bien el tema y no lo
llevaran bien para el examen; sin embargo, si el grupo ha hecho un buen
trabajo, será sencillo hacer entender el tema y será más sencillo contestar a
preguntas del mismo.
Por supuesto, existe también una interdependencia en el propio grupo
ya que la nota suele ser conjunta y, definitivamente, todos pretenden tener un
trabajo al mismo nivel para que así su nota no baje por culpa del mal trabajo
de otro(s).
Para que el grupo trabaje bien, debe estar continuamente comunicado, no
sólo de manera personal sino también puede usarse, gracias a las nuevas
tecnologías, por medio de Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TICs).
Todo sea
dicho, uno de los problemas a los que se enfrentan muchos docentes es al miedo
de muchos de sus alumnos a la participación dentro del grupo. En esta
web, propiedad de un profesor titular de la Universidad de Granada
doctorado en Filología Inglesa, encontraréis valiosas ténicas para promover esa
participación, así como una buena cantidad de artículos acerca del aprendizaje
cooperativo de gran utilidad.
Sin duda las nuevas tecnologías hacen posible que compañeros que se encuentran en puntos geográficos muy diferentes puedan llevar a cabo trabajos activos cooperativos con una cierta competencia.
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